La situación actual de pandemia ha provocado que gran parte de la sociedad haya tenido que adaptarse al teletrabajo en muchos sectores profesionales de un día para otro. Esto ha conllevado, entre otras cosas, a pasar muchas horas en casa sentando frente al ordenador. El hecho de adoptar malas posturas puede ocasionar y desarrollar diferentes patologías como la artrosis cervical, haciendo que el dolor de cuello es muy común. La artrosis cervical se produce cuando se lesiona o se degenera el cartílago de las articulaciones de la columna cervical. Puede ser causado por diferentes factores y suele estar relacionado con el envejecimiento, de hecho es muy frecuente en personas mayores de 50 años.
La artrosis cervical y sus causas
La osteoartritis aparece cuando el disco se degenera y pierde contenido de agua. Por eso, a medida que nos hacemos mayores, estos discos se debilitan provocando un aplastamiento de los espacio de los discos y las pérdida de altura en estos espacios. A medida que las superficies articulares experimentan más presión, éstas también comienzan a degenerarse y desarrollan osteoartritis, ya que el cartílago que cubre y protege las articulaciones se desgasta. Aún y así, es verdad que hay ciertos factores de riesgo para sufrir osteoartritis cervical que hay que tener en cuenta como puede ser: la genética, el tabaquismo, trabajos físicos, depresión, ansiedad y lesiones o traumas.
Los síntomas principales de la artrosis cervical
El síntoma de la osteoartritis cervical más frecuente es el dolor del cuello (cervicalgia). La cervicalgia puede ocurrir de modo agudo, es decir, con una aparición rápida y desaparición en unos pocos días, o con más frecuencia, se comportará como una cervicalgia crónica. En este caso, el dolor aparece de modo más lento y su duración es mayor (semanas o meses). Su intensidad suele ser leve o moderada y se localiza en la parte posterior e inferior del cuello. A veces el dolor de cuello es asintomático y se diagnostica al realizar una radiografía u otro motivo. El dolor que provoca la artrosis cervical puede ser de leve a severo. Otros síntomas pueden ser:
- Adormecimiento y debilidad en los brazos, manos y dedos de las manos
- Dificultad para caminar, pérdida del equilibrio o debilidad en las manos o piernas
- Espasmos musculares en el cuello y los hombros
- Dolores de cabeza
- Sonidos/sensaciones de crepitación o crujido en el cuello con el movimiento
Tratamiento para la artrosis cervical
Realizar un examen integral y determinar cuál es la fuente del dolor es primordial para poder determinar cuál será el tratamiento adecuado a realizar, con el objetivo de mejorar el dolor y la calidad de vida. Existen diferentes tratamientos según el tipo de artrosis cervical: físicas, fármacos y cirugía.
Tratamiento no quirúrgico.
Fisioterapia y medicamentos para tratar el dolor y la inflamación, medicamentos antiinflamatorios no esteroides o calmantes musculares. También se puede llegar a aplicar inyecciones con corticoides para aquellos pacientes con artrosis cervical que necesitan un alivio del dolor a corto plazo.
Tratamiento no quirúrgico.
Normalmente por una artrosis cervical no se suele llegar a tratar la cirugía. De todas formas, se puede llegar a realizar en aquellos pacientes que tienen un dolor intenso que no desaparece después del tratamiento. Cabe decir que la artrosis cervical es una enfermedad crónica que se desarrolla lentamente y que aunque el pronóstico es positivo la evolución suele ser lenta y actualmente no existe un tratamiento curativo pero si tratamientos de alivio para mejorar la calidad de vida.
- Bibliografía:
https://orthoinfo.aaos.org/es/diseases–conditions/espondilosis-cervical-osteoartritis-de-cuello-cervical-spondylosis/
https://inforeuma.com/enfermedades-reumaticas/artrosis-cervical/
https://inforeuma.com/wp-content/uploads/2017/04/52_Artrosis-Cervical_ENFERMEDADES-A4-v03.pdf
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